A todos el paso de
los años acaba pasándonos factura en cuanto la movilidad y la capacidad de
valernos por nosotros mismos. Cuando llega la tercera edad, las residencias de ancianos en Sevilla comienzan a ser imprescindibles ante la falta de tiempo y
recursos para poder vigilar a los más mayores de la casa. Cubre las necesidades
del colectivo y tiene todo lo necesario para que puedan disfrutar del día a día.
En España se ha duplicado el número de personas con más de
65 años en las últimas décadas. Esto hace que sea cada vez más difícil poder
darles en casa la atención que necesitan. A la hora de plantearse una mudanza a
las residencias de mayores, muchos se niegan. Pero lo cierto es que con el paso
del tiempo acaba siendo la mejor opción posible. En España el perfil de
personas que entran en estos centros supera los 80 años, siendo totalmente
dependientes y no pudiendo valerse por sí mismos.
Sin embargo, cada vez son más las personas mayores que, pese
a poder valerse por sí mismas, también deciden que una residencia de ancianos
en Sevilla es una buena opción. Cuando esto ocurre se debe sobre todo a la
necesidad de convivir con otras personas de su misma edad.
Ventajas de vivir en una residencia de ancianos en Sevilla
- Cuentan con una plantilla
excelente que te atenderá en todo lo necesario de forma continua.
- Están adaptadas para todo
tipo de dependencias de las personas mayores, por lo que podrás vivir atendido
según tus necesidades.
- Los residentes están
acompañados y supervisados por el personal, por lo que nunca estarán
solos. También tendrán otros compañeros, lo cual le hace más ameno el día
y pueden hacer todo tipo de actividades.
- Pueden recibir visitas en
cualquier momento, como si se tratara de su propia casa.
- La estancia puede ser temporal,
en ocasiones solo es un par de meses para poder mejorar su estado de
salud.
- Estos centros cuentan con
todo tipo de actividades como puede ser gimnasio o biblioteca. Ejemplo de
ello es CER Espartinas, donde disponen de todo ello en unas instalaciones
100% adaptadas a los mayores.
Si estás en la tercera edad y quieres probar una nueva
experiencia, no dudes en acudir a una residencia de ancianos. Serán unos días
fantásticos que podrás compartir con otros usuarios de tu misma edad.