Las mudanzas siempre
serán un asunto estresante en el que más de una ocasión se pierde los nervios.
Para evitar al máximo esta situación debemos planificar y organizar el traslado
para salvaguardarnos de los posibles contratiempos.
En primer lugar, la mudanza es la ocasión ideal para hacer
limpieza y deshacernos de los objetos que no necesitamos. De esta manera, nos
prevenimos de hacer más bulto de lo necesario.
Tener todo el material de embalaje preparado: cajas, plástico de
burbuja, tijeras, cinta adhesiva… Resultará mucho más fácil de este modo pues
así no habrá necesidad de interrumpir el trabajo una vez iniciado.
Empaqueta primero aquellas cosas que menos necesites, y dejar para
lo último los objetos de mayor uso.
Organiza las cajas de manera que sepas el contenido de cada una de
ellas. Te será mucho más cómodo a la hora de desempaquetar y reorganizar la
decoración.
Estos son una serie de consejos útiles pero el más sabio es, como
siempre, confiar en los profesionales que ahorrarán un sobreesfuerzo físico y
mental.